En un encuentro que podría marcar un antes y un después para Panamá, el presidente José Raúl Mulino sostuvo una reunión clave con su homólogo francés, Emmanuel Macron, que dejó una promesa contundente: Francia respalda a Panamá para salir de las listas fiscales de la Unión Europea.
Macron no se anduvo con rodeos: “Francia desea que Panamá sea retirada de esta lista fiscal”, afirmó, mientras reconocía los esfuerzos que Panamá ha hecho para cumplir con los estándares internacionales. Esta declaración fue un alivio para el equipo panameño, encabezado por Mulino, quienes ven en esta alianza una luz al final del túnel en su lucha contra la discriminación fiscal.
Pero no fue lo único que dejó boquiabiertos a todos. Macron aceptó la invitación de Mulino para visitar Panamá en 2025, una visita que promete ser histórica para fortalecer la relación entre ambos países. En su agenda también está la biodiversidad, un tema en el que Francia y Panamá piensan unirse. Macron incluso invitó a Mulino a ser ponente en la próxima conferencia sobre los Océanos en Niza.
En medio de elogios mutuos, no faltaron los temas picantes. Ambos presidentes coincidieron en su rechazo al régimen de Nicolás Maduro y señalaron su descontento con la falta de transparencia en las últimas elecciones en Venezuela. “Hay que dejar claro que la democracia no es un juego”, sentenció Mulino.
Por parte de la delegación panameña, estuvieron figuras clave como Camilo Valdés, Javier Martínez-Acha y el embajador designado en Francia, Miguel Antonio Bernal, mientras que la contraparte francesa no se quedó atrás con la presencia de pesos pesados como Emmanuel Bonne, consejero diplomático, y Amélie Verdier, directora general de Finanzas Públicas.